Los tacos químicos, también conocidos como anclajes químicos o resinas de inyección, son adhesivos bicomponentes que revolucionan la forma de asegurar fijaciones. Están compuestos por una resina (generalmente a base de poliéster, epoxi o viniléster) y un catalizador que, al mezclarse, inician una reacción química de polimerización.
Esta reacción crea un anclaje extremadamente resistente, ideal para una amplia variedad de soportes, desde materiales frágiles o huecos como ladrillo, hormigón poroso o bloques de hormigón, hasta sustratos compactos y robustos como hormigón macizo, cemento, piedra natural y madera.